miércoles, 31 de marzo de 2010

Embustero

¿Para qué coño quiero

estos versos marchitos?

Si no me curan, simplemente

consuelan mi llanto,

Lo acunan, como una triste

corriente de agua,

muertos,

No valen para nada,

ni siquiera nadie los leerá,

Se van a morir en mi tinta,

que es su esencia,

Tinta negra ondeando pensamientos

aún más oscuros,

Preñados de tristeza,

de melancolía,

del llanto absurdo

De las noches en soledad...

muriéndome...

¿Y que soy yo, el poeta?

Un soñador borracho de recuerdos,

La luna solitaria bosquejada

en la noche más puta,

La que ha vendido sus estrellas a las nubes,

Sólo soy el loco que muere en el papel,

Después no soy nada, un sujeto

sin predicados aparentes,

Otra rama más del árbol,

Sin mis versos no soy nada,

Y sin embargo estos no son ni

siquiera esencia de mi mismo,

Son sólo mis lágrimas abyectas

Prostituidas hasta perecer,

Solazadas en un papel,

Disfrazadas de lo que algunos iluminados

considerarían belleza formal,

Y otros, en sombra, tacharían

de realidad hirviendo.

Al fin y al cabo eso soy yo,

escritor de mentiras,

Putero de realidades disfrazadas.

Iris Verde.

el aire es verde,
me lo contó
tu iris
dibujándolo
en mis pupilas.
el aire es verde
y mis dedos
se lo cuentan
a otras pupilas,
pero estas,
como párvulos
hiperactivos,
no lo entienden
y se dedican
a correr
de un lado a otro.