sábado, 23 de julio de 2011

bajo las farolas

La tristeza es llegar

a la siguiente farola y que a nadie le importe,

supongo que esa es la vida:

almacenar luces.

También supongo que esas luces

nunca fueron sino la excusa

que nos puso

el destino para apagar las vergüenzas,

vivir es romper las farolas y superar las fobias,

una a una, cada día un poco más cerca del sudor

y de tus labios.

La vida es la última bala en la canana, la bala

que decide qué farola apagar,

la bala

que cercena el eco del cementerio mientras

las luces avanzan, una a una,

mientas corres, huyendo de ti mismo.

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sábado, 9 de julio de 2011

cenizas.

Esta pupila

llora ceniza de noche cerrada.

Vamos, obsérvala sin miedo,

seguro que no es la primera vez que ves la muerte

viva.

Desnuda.

Axiomática.

Esa muerte que huele a desinfectante

y que sangra espuelas negras

al contacto con la sangre

roja de la vergüenza.

Esa muerte alérgica a si misma

que emana espanto infectado de inocencia.

Esa muerte que muere matando.

Una vida desnuda y fría,

con el vientre negro que se deja follar

y que cuando

excreta su orgasmo atronador

sisea una nana eterna. Tétrica. Estúpida.

Esa muerte sin telón ni espejo,

esa muerte espiritual

que cabe en una sola palabra

aún por inventar y por lo tanto

intangible

como la muerte misma, supurante,

febril, VIVA.

Viva ceniza de un recuerdo que mata

porque se niega a morir,

porque se niega a ser archivado

en la palabra muerte

o en una palabra aun por inventar.

Ceniza de una palabra de llama azul

de mechero,

o de esperma

que mata mientras huye.

Esa muerte de ceniza de Quevedo,

esa muerte,

azul,

de mi memoria.

Todavía ardiendo

de tan muerta.

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viernes, 8 de julio de 2011

corazoncillo

Entrar a un bar

yo

solo.

Descifro mis latitos

atosigados por el humo,

me duele el pecho

de latir,

entro al fondo y me coloco

en la barra,

primera cerveza,

ritmo normal,

calada tras calada

la terracita

de verano me deja morir

a su merced

sé que quiere matarme

y yo lo quiero también

pero mi soledad

protege mi estirpe,

está metida en mi sangre

e intento que el humo me haga vomitarla

pero no se deja manosear

ni ungir

en cerveza.

Siguiente cerveza,

hablo con gente que no conozco

y que me conocen,

saben de mí,

el borracho de la esquina del bar que

se sienta solo

a fumar.

Tercera cerveza,

mi cabeza convulsiona,

chicas guapas

con las que no llegaré

a cruzar palabra,

eso me agobia a un más,

mi miedo a la felicidad,

aquella chica tenía razón,

me da miedo…

Y entonces caigo de nuevo en mi embudo

desparramado

en espiral

de humo y miseria,

qué bonito que es

un cuerpo ardiendo

a contraluz,

parecen fuegos artificiales,

va,

otra calada,

otra hora de vida,

otra hora que espero que me mate.

otra hora que no tiene tiempo,

es una hora vacía,

una hora que lleno de humo

y que sé que me cobrará el IVA,

16% de masa cancerígena

en el pulmón derecho,

espero que lo haga

o por lo menos que lo intente,

¿Si no de qué fumar tanto?

Sonrío ya sobre mi cama,

vamos, gira, mundo,

seguirán su curso los planetas,

las galaxias cercanas,

vivimos en una galaxia de pueblo,

de periferia,

una galaxia podrida que estalla

en un pulmón,

en una calada

mágica,

una calada

que baila

una danza fúnebre,

espuma torácica

que espero supurar como un animal

abandonado al que le gotea el belfo

de la hambruna.

Sueno triste y necio,

estúpido,

y este latido de nuevo es

un soniquete

que pudre los ventiladores

y evapora su aire.

Que acabe esta balada

Ja ja ja

la risa se deforma,

es una lágrima

sin sexo

equivocada de orificio,

ja ja ja

se juntan su eco

y el zumbido de un corazón acelerado

que quiere cerrar filas,

muerde el polvo

y se arrastra por el pecho

como un gusano

sin cabeza.

Este corazón que no calla

por mucho que yo quiera,

le debo demasiados

favores

como para que se muera

a gusto.

Cabrón.

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jueves, 7 de julio de 2011

Tú poético

Tú, sí, tú,

yo poético,

quien quiera que seas,

¿Quién soy?

O se supone que YO soy tú

o tú te embebes en mi sombra.

Sí, hablo conmigo que es contigo

y no existes si yo no me hablo,

¿Y ahora qué?

¿Dejo que te mueras?

¿O me suicido?

¿O te mato?

Abandona mi mano

ensangrentada,

vete al infierno que habito.

¿Cuál es la diferencia entre tú y yo?

probablemente

solo

sea

cierta dosis de alcohol

en vena.

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fobia

Somos un vaso de fobias

que escancia

su rutina.

Somos la gota que colma

ese vaso,

un parásito sin cáscara ni espejo

cayendo al vacío de una vida

sombreada,

somos totalmente libres, por otro lado,

de elegir nuestra propia celda

en la que flagelarnos,

seres indiferentes al

triste gotear

de esta miseria,

de esta humedad

en el techo

de esta cárcel.

Por lo menos

yo

aun no se convivir

entre estos charcos

de angustia.

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miércoles, 6 de julio de 2011

sabía besar

Aquella camarera sabía

besar,

lo sé por la

forma en la

que contaba las

monedas.

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lunes, 4 de julio de 2011

cucaracha

Que dé comienzo la metamorfosis,
quiero habitar
una sucia grieta
en una escalera de vecinos
y que un desastre nuclear
destruya el resto de la humanidad
para habitar las calles
sin que vuestras sucias
Converse All Star de cien pavos
nos pisoteen.
¡vamos,
humanidad,
mataos entre vosotros!
Seremos vuestras herederas en la lista
de seres despreciables.
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Ibex35

Aquel latido descosía bisagras

de franela,

su danza en el precipicio

dibujaba el nombre

de una ciudad

infectada

por el incendio controlado

de la vida laboral,

los horarios de oficina,

el PVP

y el precio de los alquileres.

Aquel latido

sabía que iba a ser

solo

un zumbido grave

en la lejanía de una melodía

torácica eterna,

aquel latido

sabía

que aún sigo vivo

entre los cascotes

de la burocracia.

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