El tiempo es
una soledad
que se asume
cuando cruza la madrugada.
pero tus pechos
relucían bajo la brisa
de junio y a mí me
caducó la paciencia.
La paciencia es
una longitud razonable
a los ojos del invierno.
Las palabras aparecen,
abúlicas, y mi bolígrafo
es un gato bulímico
sobre tejados enfermos de anochecer.
pero me negué a ser tiempo
asumido y me devoró
la soledad con la misma
ebriedad que las maletas de mano.
El olvido es una acuarela
del mediodía de los veranos de tu
infancia «esfumatto» de
conciencias amatorias.
Los bares del sábado me roban
el sueño y lo hacen alcohol
en las bocas ajenas,
─tú te habrás dormido─
y a mí me destruye la
idea de asumir la soledad
y reducirme a la paciencia
kilométrica
de la vida sin ti.
el mismo cuentakilómetros
de mis dedos estirando tus
rizos, la misma gota de olvido
que queda de ti en mis pupilas.
─Tú te habrás dormido─
y yo me desvelo midiendo
el tiempo que se hace
soledad inasumible,
fuego en las amígdalas del
corazón, poesía.
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Me FLIPA Gaby...
ResponderEliminar:) pues lee lo que te mandé que es en esta linea mas o menos...
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