Ella está desnuda,
completamente nacarada,
es un fantasma de mi miedo hecho arena
sobre la alfombra mustia
de mi soledad.
Me da miedo que se derrumbe
antes de que mis dedos
la humedezcan
y le den forma
sobre la fina orilla
de aquella playa
sexuada
o que los niños
jueguen con ella
sin darse cuenta
siquiera
de que dejó
hace tiempo
de ser materia.
La observo servir las mesas,
deambular
por la barra, ignorar
que ignoro
mi muerte
solo sentándome a mirar…
Desde lejos sus arrugas
se ruborizan
y parece todavía la
niña con la que yo quise jugar un día,
aquella niña que se hizo mayor
antes que yo.
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Este me gusta especialmente, Gaby... Es nostálgicamente tierno, no sé... me gusta lo que me transmite.
ResponderEliminarPásate por mi blog, actualicé ayer ^^